La fe de Abraham en Dios acreditó la justicia a su cuenta

En nuestras meditaciones diarias en groupbiblestudy.com, seguimos reflexionando sobre la visión de Abraham de las estrellas en el cielo, que representan a las personas a las que influiría su vida de fe en Dios. Anteriormente, el Señor le hizo mirar el polvo de la tierra como comparación:

Haré a tu descendencia como el polvo de la tierra, de modo que si alguien pudiera contar el polvo, entonces tu descendencia podría ser contada (Génesis 13:16).

El polvo de la tierra podría simbolizar la semilla natural de Abraham, el pueblo judío, mientras que la visión de las estrellas en el cielo podría representar la semilla celestial: los renacidos del Espíritu Santo, la Iglesia del Dios vivo. En este sentido, observamos tanto una semilla terrenal como una celestial.

5Lo sacó fuera y le dijo: «Mira ahora hacia el cielo y cuenta las estrellas, si sabes contarlas». Y le dijo: «Así será tu descendencia». 6Entonces creyó en Yahveh, y Él se lo reconoció como justicia (Génesis 15:5-6 Énfasis añadido). 

Algo sucedió dentro del corazón de Abram cuando vio la gran visión de las estrellas del cielo. Dios le dijo que su descendencia sería como las estrellas en número. Observe la respuesta de Abram a la visión: «Abram creyó a Yahveh, y él se lo acreditó como justicia» (v. 6). Esta fe en Dios se expresó antes de la circuncisión y más de cuatrocientos años antes de la Ley y los Diez Mandamientos. El Señor vio una profunda confianza y un descanso interior en su ser, en su corazón. A causa de su fe, el Señor otorgó a Abram el don de la justicia acreditada en su cuenta bancaria espiritual. W.H. Griffith Thomas, en su comentario sobre el Génesis, escribe:

La palabra original hebrea para 'creyó' proviene de una raíz de la que derivamos nuestro 'Amén', y podríamos parafrasearla diciendo que 'Abraham dijo Amén al Señor'. Amén« en la Escritura nunca significa una petición (»Que así sea«), sino que siempre es una firme afirmación de fe (»Así será» o “Así es”)[1]

Dios sigue actuando de la misma manera. Cuando oímos las buenas nuevas de la obra consumada de Cristo en el pago de nuestra deuda de pecado en la cruz, y creemos en nuestros corazones que Dios resucitó a Cristo de entre los muertos, el don de la justicia se acredita en nuestra cuenta bancaria espiritual (Romanos 10:9-10), como lo fue para Abraham. Ya no tratamos de agradar a Dios con nuestras obras; en cambio, descansamos nuestras almas en la obra terminada de Cristo en la cruz. El Evangelio (las buenas nuevas) es que Jesús ha restaurado totalmente la relación entre Dios y el hombre a través de Su obra sustitutiva al morir por nosotros y como nosotros en la cruz. Si pones tu vida en las manos de Dios, como lo hizo Abram, y crees y confías en el Señor Jesús, tú también tendrás tu cuenta bancaria espiritual acreditada con la justicia de Dios. Dios nos da fe para alcanzarlo y recibir el regalo de la vida eterna en Cristo. Dios le dio el don de la justicia a Abram por su confianza y creencia en la Palabra de Dios, tal como lo hace con todos los que creen en el Evangelio. Keith Thomas.

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Enseñanzas en video de YouTube con subtítulos en español en:https://www.youtube.com/@keiththomas7/videos

[1] W.H. Griffith Thomas, Génesis (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1946) p. 138.