Continuando con la meditación de ayer, examinamos las pruebas de que Jesús es Dios en carne y hueso. Hay corroboración de la divinidad de Cristo a través de Su cumplimiento de profecías escritas muchos años antes de Su nacimiento:
Wilbur Smith, escritor estadounidense sobre temas teológicos, dijo:
«El mundo antiguo tenía muchos dispositivos diferentes para determinar el futuro, conocidos como adivinación, pero no en toda la gama de la literatura griega y latina, podemos encontrar ninguna profecía específica real de un gran acontecimiento histórico, ni ninguna profecía de un Salvador para llegar a la raza humana. El Islam no puede señalar ninguna predicción sobre la llegada de Mahoma pronunciada cientos de años antes de su nacimiento. Tampoco los fundadores de ninguna secta en este país pueden identificar correctamente ningún texto antiguo que predijera específicamente su aparición.»
Sin embargo, en el caso de Jesús, Él cumplió más de trescientas profecías escritas sobre Él, incluyendo 29 en un solo día: el día en que murió. Muchas de ellas no pudieron ser controladas por Él. Algunos podrían argumentar que Él se propuso cumplirlas por sí mismo, pero ¿cómo conciliar la profecía del lugar de Su nacimiento en Miqueas 5:2, que afirma que el Mesías nacería en Belén? Esta profecía fue escrita cientos de años antes del lugar de Su nacimiento y, sin embargo, se cumplió en los detalles del nacimiento de Jesús. ¿Y dónde sería enterrado? El profeta Isaías dijo que el Mesías moriría con los impíos, pero sería enterrado en la tumba de un hombre rico (Isaías 53:9). Esta profecía se cumplió cuando Jesús fue crucificado entre dos ladrones y enterrado en la nueva tumba de José de Arimatea. ¿Qué hay de la predicción de que los soldados romanos echarían a suertes Su ropa mientras colgaba de la cruz, como se encuentra en el Salmo 22:18? Jesús lo cumplió según Juan 19:54. A continuación se presentan sólo algunas de las muchas profecías detalladas:
Profecía del Antiguo Testamento: «Aun mi amigo íntimo, en quien yo confiaba, el que compartía mi pan, ha levantado su calcañar contra mí» (Salmo 41:9).
Cumplimiento: «Entonces Judas Iscariote, uno de los Doce, fue a ver a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús» (Marcos 14:10).
Profecía del Antiguo Testamento: «Les dije: 'Si os parece mejor, dadme mi paga; pero si no, quedáosla'. Y me pagaron treinta monedas de plata» (Zacarías 11:12).
Cumplimiento: «Entonces uno de los Doce -el que se llamaba Judas Iscariote- fue a ver a los sumos sacerdotes y les preguntó: '¿Qué me queréis dar si os lo entrego?'. Y le contaron treinta monedas de plata» (Mateo 24:14-16).
Profecía del Antiguo Testamento: «Fue oprimido y afligido, pero no abrió la boca; fue llevado como cordero al matadero, y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió la boca» (Isaías 53:7).
Cumplimiento: «Pero Jesús seguía sin responder, y Pilato estaba asombrado» (Marcos 15:5).
Profecía del Antiguo Testamento: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de salvarme, tan lejos de las palabras de mi gemido? Dios mío, clamo de día, y no respondes; de noche, y no callo» (Salmo 22:1-2).
Cumplimiento: «Hacia la hora novena, Jesús clamó a gran voz: «Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»». (Mateo 27:46).
La evidencia es enorme si tienes la mente lo suficientemente abierta para recibirla y a Él. Keith Thomas
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